#1
Solo tenía que mover un poco la arena para encontrar mi tesoro.
Todo este tiempo sentí la arena bajo mis pies pero también su firmeza, era irregular pero en el fondo para mi estaba bien. De pie en mi lugar como quien no quiere perderlo.
Muchos días estuve ahí sobre esa sensación de firmeza, como alguien que en medio de un charco mantiene el equilibrio sobre una piedra para no mojarse; lo vivía todo, pero no quería mojar mis pies.
El amor y la amistad siempre lo puede todo y fueron el impulso que necesité. Fueron las personas que confiaron en mí y su amor quienes me inspiraron a mover la arena y darme cuenta que mi firmeza en este suelo irregular era el arte, que mi refugio eran mi pluma y mi libreta; pero mi tesoro eran esas personas que siguen acompañándome e inspirando mi arte.
#2
El momento cuando el miedo te paraliza había llegado.
Y ahí estaba yo; sin lugar seguro para que me abracen, sabiendo solamente como quería y lo que quería vivir.
Tormentas y Mareas fuertes se acercaron. Pero yo, me mantuve firme; este es mi camino.
#3
La semilla se sembró.
Y yo friolento y un poco claustrofóbico, estaba ahí incapaz de ver el significado; temblando y pidiendo mil veces que aquello acabara. De pronto mañana al despertar me vi roto y sufrí el pánico de ignorar lo que pasaba.
Pasaron unas horas y ahora de mi corazón crecía algo extraño, como una cola. Dormí y desperté y ya podía ver y sentir la luz del sol en mi.
Sonreí pero con miedo por no saber lo que venía.
De la nada ¡Plup! Algunas hojas y cuando comenzaba de nuevo a sonreír vi mis pétalos y mis pistilos brillantes y sanos; saludaban al sol y bailaban al ritmo que el viento tocaba.