Ilustración por Vesuhely Americaan

VESUHELY AMERICAAN

Migrar a la vida

A veces me canta mientras friega. Puedo escucharla tarareando la melodía de su canción favorita. “Entre tus playas quedó mi niñez tendida al viento y al sol. Y esa nostalgia que hoy sube a mi voz, sin querer se hi.

 

Oigo una pausa. Ahí viene otra. Se siente mareada, siente que su cabeza va a estallar. Toma un necesario asiento y respira profundo.. Siento como sube y todo su cuerpo tiembla. La señora del tono severo le dice que vomite y continúe con su trabajo. Odio. Odio, que mientras me acuesto aquí cómodamente le cause tanto dolor. La señora es muy vigilante y controladora, diciéndole qué hacer y cómo hacerlo. Siempre dando vueltas y usando palabras degradantes. Pero ella se consuela diciéndose que la tormenta pasará pronto.

 

Hay días en los que pateo y empujo, exigiendo atención. Tratando de hacer notar que estamos aquí desde las seis de la mañana y todavía no hemos tomado un descanso ni comido. Pero ella me acaricia y me susurra suavemente: “aguanta un poco más cariño”. Y finalmente, la espera termina alrededor de las 4 o 5 de la tarde. De vez en cuando visitamos al señor con el líquido frío que me hace temblar.

 

Esta vez él dijo: “No te excedas, necesitas reposo en cama”. Ella lo entiende. Ella quiere reposar, créanme, por mí. Pero por mí, ella también tiene que seguir trabajando. Él la ayuda. Ella no está sola, no ESTAMOS solas. Aveces el me acaricia mientras me habla. Ella siempre le dice cuánto extraña su hogar y que espera poder mostrarme algún día su belleza.

 

Rodeada de oscuridad

En el lugar más seguro de la tierra

Flotando con entusiasmo, esperando lo que está a punto de desarrollarse…

 

Veo la luz. Por primera vez veo la angustia en su mirada, la línea ondulada en su frente, sus ojos llorosos. Ella deja escapar una sola lágrima de su ojo izquierdo.

 

Años después entenderé lo que significaba esa mirada: lo duro que había sido, lo duro que iba a ser ahora que yo estaba allí. Me rompe el corazón que ese hermoso momento fue manchado por el miedo. Pero ella tenia razon. Si se volvió más difícil. Yendo y viniendo, siempre buscando nuevos horizontes para poder darme una vida mejor. Mama, hoy te quiero asegurar que lo aprovechare, voy a ser el arcoíris que despeje todas tus tormentas.

 

Basado en experiencias de Hiriannys Mora

 

Migration to life

Sometimes she sings to me while she scrubs away. I can hear her tarareando to the melody of her favorite song. “ Entre tus playas quedó mi niñez tendida al viento y al sol.Y esa nostalgia que hoy sube a mi voz, sin querer se hi.” 

I hear a pause. I think it’s time again. She feels dizzy like her head is about to explode. She takes a much-needed seat and takes a deep breath. It’s coming up, and her whole body trembles. The lady with the stern tone tells her to spew it out and continue with the task at hand. I hate it. I hate, that while I lie here comfortably I cause her so much pain. The lady is very vigilant and controlling, she tells her what to do and how to do it. Always pacing around and using demeaning words. But she consoles herself by saying that the storm will soon pass. 

There are days that I kick and push, demanding attention. Trying to make it noticeable that we are here since six in the morning and we still haven’t taken a break or eaten. But she caresses me and whispers softly: “ hold on a bit more darling.” And finally, the wait is over around 4 or 5 in the afternoon. Every once in a while we visit the mister with the cold liquid that makes me shiver. 

 

This time he said, “ Do not overdo it, you need bed rest.” She understands this, she does! She wants to do it believe me, for me. But for me, she also has to continue working. She’s not alone, WE are not alone. He’s also there. He helps. He caresses me gently while he talks to me. She always tells him how much she misses home and hopes that one day she can show me the beauty of it.

 

Surrounded by darkness

Within the safest place on earth

Excitedly floating, awaiting what is about to unfold…

 

I see the light. For the first time I could see the anguish in her gaze, the squiggly line across her forehead, her teary eyes. She lets out a single tear from her left eye. Years later I will understand what that gaze means: how hard it had been, how hard it was going to be now that I was there. It breaks my heart that that beautiful moment was tainted by fear. But she was right. It did become harder. Going back and forth, Always looking for new horizons so that I can have a better life. Mom, today I want to assure you that I will take advantage of it, I will be the rainbow that clears away all your storms.

Based on experiences of Hiriannys Mora